Capítulo 20 - Cambiar de rumbo
Hermanas, hermanos. ¡La paz sea con ustedes! ¡La paz y el amor y la felicidad! Yo, Francisco de Asís, canté y alabé a Dios, por la hermana Madre Tierra, que nos sustenta y produce los más variados frutos con coloridas flores y hierbas! ¡La Tierra, nuestra casa común! Tú me buscaste primero, hermana Madre Tierra. Ahora soy yo quien te busca. Necesito conversar contigo. Necesito tu consejo de madre.
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